Recordatorio:

Deja de rogar por clientes.

Las ventas consisten en descalificar. Tú no eres una vendedora de sartenes de los 90s tocando puertas y casi obligando a la gente a comprarte sólo para que te vayas y dejes de molestarlos.

Sé que “rechazar“ suena una palabra fuerte y negativa pero es necesario aplicar este concepto en tu negocio, incluso por tu sanidad mental. Para efectos de negocio diremos “descalificar“.

Si vendes un servicio como consultoría, coaching o asesoría y tus clientes potenciales continuamente lanzan objeciones sobre el precio…1. Estás hablando con la gente incorrecta y/o 2. El precio es una excusa.

Escucha: Episodio 019. ¿Cómo hago para que la gente me compre?

Cuando contraté a mi primera coach, yo tampoco podía pagarla y pedí un préstamo en el banco. Había dos opciones para trabajar con ella y escogí la de la inversión más alta. Así que te puedo decir con firmeza, que no es que no puedan pagarlo, es que no quieren, no están priorizando lo que quieren y encontrarán mil excusas antes de hacer lo que saben que tienen que hacer. 

Escucha: Episodio 015. ¿Quieres vender al precio que quieres? sigue estas reglas

Se trata de eliminar hábil y respetuosamente a las personas de tu embudo de ventas antes de que presentes una oferta, antes de tener una conversación e invertir tu valioso tiempo.

La descalificación consiste en trazar límites claros en torno para quién es tu servicio, tu negocio y tus ofertas, y para quiénes no son. 

A veces no es necesario decir que no, si no que lo manifiestes implícita y/o explícitamente en todo lo que comunicas, básicamente en todo tu marketing. En mis contenidos soy explícita a quién le hablo porque conozco a mi cliente, no escribo sobre problemáticas que tiene gente que vende productos porque no me interesa que se conviertan en mis clientes, por ejemplo, aunque mucha de esa información también les sirva a ellos.

Si alguna vez has leído en mi web la pestaña “trabaja conmigo“ te podrás dar cuenta que soy muy clara.

Utilizar este método no es sólo cuestión de implementarlo en tus procesos de venta. Es un cambio de mentalidad, sobre todo valorarte a ti misma, en teoría, restringe tu audiencia y te está “haciendo perder clientes“ cuando en realidad estás abriendo la puerta para trabajar con la gente que amas trabajar, a la que sí puedes servir y que además tiene buena actitud y es comprometida.