Si hablamos de experiencias desagradables que podemos tener en nuestro negocio además de tener clientes difíciles (que hay que tratar de evitar a toda costa), es tener sesiones de venta desagradables.
Una sesión que me dejó casi en shock y que si hubiese tenido baja autoestima me hubiese afectado a tal grado de considerar cómo estaba llevando mi negocio.
De esa conversación que tuve hace algún tiempo, quiero compartirte 3 lecciones o aprendizajes, ya sea para que no termines hablando con personas con mala actitud o que en el peor de los casos termines con clientes difíciles, victimistas y pesimistas.
También puedes escuchar esta anécdota y sus lecciones en Spotify o en Apple Podcasts.
Si quieres compartir una experiencia similar cuéntame en un comentario, me encantaría leerte.