Si te gustaría que más personas leyeran tus publicaciones en redes sociales e interactúan con ellas, consumieran tus contenidos, se suscribieran a tu newsletter, abrieran tus mails, se convirtieran en clientes o compraran tu producto, tienes que evitar estos errores en tus textos de marketing.

Contrario a lo que puedas creer, el éxito de cualquier acción de marketing no se debe completamente a si estás utilizando la red social más popular o la táctica de marketing de moda, de hecho, lo que hace que tus textos, contenido y anuncios funcionen radica en lo qué dices y cómo lo dices.

El marketing no va sólo de canales o de alcance, escribir persuasivamente es el 80% del éxito de tu marketing.

Y hace la diferencia entre un cliente ganado y uno perdido.

Escribir de manera atrapante, te ayuda a conseguir más vistas, seguidores, suscriptores y clientes. 

Saber escribir para vender es fundamental para conectar con tu audiencia y conectar con tu audiencia es crucial para que te elijan a ti.

Si no hablas de lo relevante para tu audiencia ni tampoco sabes escribir de forma atrapante, te esfumas.

Sin importar el tipo de canal o formato que utilices ya sea escrito, videos o audio, los textos siempre estarán presentes. Porque aunque hagas videos o podcasts, decides antes de qué vas a hablar y haces un guión. 

Sin dejar de lado y no menos importantes, los textos de tu página web, los títulos de tus emails si haces email marketing, y qué decir de los anuncios de publicidad pagada en plataformas como Facebook o Instagram. 

Diciéndolo sin endulzar, da igual si tu contenido es bueno, si no tiene un buen título o descripción no será atractivo para tu audiencia ni invitará a dar click, a escuchar, ver o leer lo que tienes que decir y si lo tiene pero tu contenido no es interesante para tu audiencia porque no resuelve alguna de sus preguntas no funcionará y estarás haciendo por hacer.

Errores en tus textos de marketing que te están costando clientes:

Centrarte demasiado en lo que vendes y no en los clientes

Tienes que dejar claro en 5 segundos de qué va tu web en cuanto aterrice una visita en tu página de inicio. De responder a la pregunta que se harán internamente los visitantes ¿Hay algo aquí para mí? o “qué hay para mi aquí” si no les queda claro se irán y no seguirán navegando.

Tiene que dejar claro qué es lo que puedes hacer por él o ella y cuáles de sus necesidades puedes cubrir con tu servicio o producto.

Cuando sólo te centras en ti, no hay beneficio para tu cliente ideal, se trata más acerca del profesional o empresa que de ellos, cuando debe ser al revés, el foco tiene que estar en tu cliente ideal.

Escucha: Cómo tiene que ser tu web para que te ayude a vender

Piensa que cuando todo se trata sobre ti o tu negocio y tú tienes todo el protagonismo, es como si una linterna te estuviera alumbrando a ti nada más, y dejando en la oscuridad a tus posibles clientes. 

Cuando cambias la dirección de la linterna y los iluminas a ellos, empiezas a centrarte en sus problemas, sus necesidades, sus aspiraciones y sus objetivos.

Tu cliente ideal quiere sentirse visto, escuchado y reconocido. En el momento que cambias la lámpara cosas mágicas pasan, la conexión empieza a suceder.

Ejemplo:

Piensa en una nutrióloga con 10 años de experiencia, cuyo mensaje al entrar a su web es: Dra.“Rebeca Rodríguez 10 años cuidando tu alimentación“. Este mensaje se centra sólo en ella, es genérico y no atrapa a los visitantes para que sigan leyendo o navegando. 

¿Blando, no? Tampoco dice mucho.

Ahora vamos a transformarlo:

“Vuelve a sentirte sana y ponerte lo que quieras sin estar a dieta todo el tiempo y sin rebotar“. Esta frase se centra en su cliente ideal (suponiendo que eso fuese lo que su cliente ideal anhela), en sus problemas, aspiraciones y objetivos.

Cuando su cliente ideal lea esto hará clic con esa profesional porque su objetivo es sentirse bien, volver a usar la ropa que ya no le queda y hacerlo de una manera saludable y progresiva, por lo que se sentirá escuchada/o y se interesará por tu contenido del tema, como por ejemplo yendo a ver más tu blog o descargándose algún recurso de tu web o visitando tu página trabaja conmigo. 

Recuerdas que cuando cambias la lámpara cosas mágicas pasan. 

Si entran a tu página web y no entienden de qué va, pierdes, tu mensaje tiene que ser claro y específico desde el momento que aterrizan en tu página web.

No pierdas la oportunidad de atrapar la atención de tu cliente ideal. 

Tu cliente ideal es el tipo de persona a la que tu marca busca atraer. Tu cliente ideal que no es todo el mundo. Cuando escribas, hazlo pensando en esa persona, de lo contrario no tiene sentido y tu mensaje será genérico y no apelará a alguien en específico. 

Puedes empezar respondiendo estas dos preguntas para empezar a afinar tu mensaje: ¿qué haces? ¿cómo hago mejor la vida de mi cliente?

La mayoría de los clientes con los que he trabajado no conocen a su cliente ideal al dedillo, ni entienden lo que realmente venden y si lo entienden no saben cómo transmitirlo para conseguir más clientes. Es algo muy frecuente y por donde tenemos que empezar porque sin esto ninguna acción de marketing posterior tiene sentido.

Si no sabes quién es tu cliente ideal y qué destacar en tu mensaje de marketing para hacerlo atractivo y que te ayude a vender más, es hora que lo cambies.

Usar lenguaje robótico o genérico

Escribe como humano, no como robot.

No confundas la calidez con poco profesionalismo, nadie quiere leer algo aburrido o corporativo a menos que seas un bufete de abogados, y mira que hasta hay abogados que buscan ser más cálidos y acercar conceptos y terminología de una manera más entendible a sus clientes, pero creo que me explico.

Sé que escribir así nos hace sentir sofisticados, profesionales e importantes pero recuerda que no se trata de ti, sino de tu cliente y además no les estás escribiendo a tus colegas o estás escribiendo un artículo científico, estás tratando de vender y de verderte. Habla en el lenguaje de tu cliente.

Por otro lado, tampoco seas genérico y uses las palabras o frases de siempre y que no dicen nada: “calidad”,“somos los mejores”,“servicios integrales”, no me dice qué tienes que aportar, por qué eres diferente, por qué debería seguir leyendo. Palabras como “calidad” no aportan nada porque es lo mínimo que uno espera de un producto o servicio. “Servicios integrales” ¿a qué te refieres? Mejor dime en qué se traduce esa frase: tal vez lo que quieres decir es que lo llevas de la mano en cada etapa del proceso para evitar tal y tal.

No incluir llamadas a la acción

Puede parecer algo muy básico pero es común no incluir llamadas a la acción (“Call to action” o CTAs), indicando a la audiencia qué es lo siguiente que esperan que hagan de una manera clara.

Todo tu contenido o publicación tiene que tener una intención, desde mandar a tu blog para llevarle tráfico, o si lo que buscas es interacción en redes incentivar a comentar, compartir, etc.

Antes de crear tienes que tener claro el objetivo de ese contenido. ¿Es visitas, es interacción, es conseguir suscriptores, es ventas?

Tipos de CTAs más frecuentes:

• Lee aquí
• Suscribete 
• Descarga aquí
• Deja un comentario
• Si te gusto este artículo/video, comparte 
• Solicita una consulta/ tu consulta 
• Empieza ahora
• Responde a este mail
• Compra ahora, etc

Tiene que haber llamadas a la acción en todos tus contenidos, que indiquen cuál es el siguiente paso.Tienes que ser explícito en la acción que buscas que hagan. No lo dejes al azar.

Poner títulos poco atractivos 

Con títulos, me refiero a los títulos de tus artículos, videos, podcasts, títulos de mails.

Si ya haces el esfuerzo de crear contenido, recuerda que el título es el que hace la diferencia entre si clican o no, entre si ven o no, entre si escuchan o no. 

El título, hace gran parte del éxito de tu contenido.

No se trata de hacer “click bait” o ser engañoso, el título tiene que corresponder a la información y esa información debe ser de utilidad para tu audiencia.

Un ejercicio para escribir mejor titulares, es escribir 15 posibles títulos, a medida que escribas tu creatividad fluirá, y los que queden al final, por experiencia, serán los mejores. 

No es lo mismo titular este artículo como: “Lecciones de copywriting“ que “Evita estos errores en tus textos de marketing que te están costando clientes“ u otra variación “Cómo escribir para conseguir clientes“, ¿notas la diferencia? ¿cuál resulta más atractivo?. 

Tip: empezar tus títulos con “Cómo“ o “X pasos para“ se ha comprobado que funcionan y son muy usados y es lógico ya que constantemente estamos buscando respuestas a nuestras preguntas.

Irte por las ramas o abarcar mucho

En el pasado me costaba ir al grano al escribir y no hablar de mil cosas en una sola pieza de contenido. No se diga cuando creamos videos o podcasts, nos soltamos hablando y perdemos el enfoque. 

Escucha: ¿De dónde sacar tiempo para hacer marketing?

Un tip al crear contenido, es empezar de atrás para adelante. ¿Cómo?, antes de ponerte a crear tu próximo contenido empieza por el final, esta pregunta te ayudará:

¿Cuál es la intención que quiero lograr, cuál es el mensaje principal que quiero que se lleven?

¿Es claro y directo?

En el caso de este contenido es darte consejos para escribir mejor, mencionándote los errores más importantes que tienes que evitar y ya está. Antes me hubiera ido por las ramas y me hubiera extendido hablando de qué es el cliente ideal porque para escribir mejor y tener un buen marketing es fundamental saber qué siente y cómo habla, lo cual da para otra pieza de contenido, por ejemplo. 

Ahora los temas complementarios los escribo aparte o si ya tengo uno arriba en mi web, sólo lo linkeo como información complementaria.

Aprende: Cómo saber qué contenido le interesa a tu cliente potencial

Tener el objetivo en mente antes de empezar, ayuda muchísimo a tener claridad cuando de escribir o crear contenido se trata, y nos facilita escribir un título atractivo. 

Testimonios vacíos

Voy a asumir que pides testimonios a tus clientes después de trabajar contigo o después de haber probado tu producto. Incluyo a los testimonios como parte de textos de marketing porque son prueba social y ayudan a reducir la incertidumbre en la decisión de comprar o contratarte.

Testimonios como: “Karla es muy linda y me ayudo mucho” o “Roberto y su estudio son excelentes profesionales» o “Excelente calidad del producto” no sirven mucho.

Para que un testimonio te ayude a vender, tiene que describir cómo se sentía tu cliente antes de trabajar contigo y cómo está ahora, tampoco tiene que ser algo largo pero sí conciso. Hazle un cuestionario a tus clientes, con preguntas que te den esa información, no uses cualquier testimonio que te manden si no se parece al siguiente.

Ejemplo si fueses coach para mujeres profesionales estancadas:

“Antes de trabajar con María no sabía qué paso dar en mi carrera profesional, estaba estancada, por un lado quería emprender para tener más flexibilidad de horario para estar con mis hijos pero por otro lado, tenía una carrera profesional en ascenso que me costaba abandonar aunque no me sintiera del todo agusto. María me ayudo a decidir qué camino tomar, sentirme segura con mi decisión, no ver todo en blanco y negro y armamos un plan de transición”.

¿Ves la diferencia?

Dice cómo estaba esa clienta antes y cómo se siente ahora y lo mejor de todo, es que si alguien lo lee y está pasando exactamente por la misma situación o una muy similar se sentirá identificada/o y se sentirá confiado en que puedes ayudarle porque ya lo has hecho con alguien más.

Varios de estos errores los veo frecuentemente en pequeños empresarios como tú.

¿Con cuál pensaste “auch, así son mis textos”?

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