1
Tienen un negocio que les apasiona, en el que han puesto sudor y dinero y les gustaría que fuera mejor.
O ya les va bien pero saben que podría irles mejor y quieren saber cómo pueden hacerlo y aprovechar esas áreas de oportunidad.
2
Quieren más clientes, ingresos y mayor rentabilidad sin comprometer su calidad de vida o quemarse.
No saben qué hacer, en qué están fallando o de dónde tirar para conseguir más clientes, aumentar sus ingresos y/o cerrar más ventas y les gustaría tener un plan estratégico y alguien que les diga qué hacer y cuándo.
3
La competencia les come terreno, no saben cómo abrirse un hueco en su sector (especialmente relevante si quieren lanzar su negocio), cómo diferenciarse, ni cómo destacar.
La gente no quiere pagar sus precios y lidian con clientes difíciles y poco comprometidos.